El Insular online miércoles 19 de noviembre

“L a ficción es una mentira que se c o n s t r u y e para decir una verdad más verdadera que la verdad”, dice María Teresa Andruetto en su libro Extraño Oficio. La cito por el parentesco de esta visión acerca de la literatura con el adelanto de lo que será un trabajo / libro más extenso. De buenas a primeras podríamos creer que Italo Berríos está escarbando en la historia familiar, siendo fiel a ella; hace esfuerzos por entablar ese pacto con el lector partiendo con un poema que identifica con nombre y apellido a un antepasado. Su oficio, como piedra angular de una manera de habitar. En los poemas asistimos a un viaje por la memoria. Aparece un padre, una madre, un abuelo violento, una niña ambivalente. Pareciera que el pacto señala un linaje como el propio / una historia privada / una épica individual, sin embargo, logra el movimiento lírico de despegarse de esas sombras para ofrecernos sus vicisitudes humanas que nos permiten reconocer otras historias similares: las nuestras, aunque sea en otras coordenadas, otros recorridos, otros trenes. Hay movimientos que se internan en esta vuelta de tuerca compleja “una niña que a ratos es mi madre/ toca con sus dedos negros / el paisaje retenido por el vidrio”. Que a ratos es mi madre: hay conciencia de que sumergirse en el tejido de la memoria personal es también un ejercicio de exploración en ciertos pliegues de la identidad nacional. Lo mapas, el territorio, nos definen, nos marcan. El título del libro ya da suficientes luces sobre esto, se trata de un tren, se trata de una dirección, se trata de coordenadas y recorridos. Como la vida, hay estaciones, oficios, hay accidentes, hay un paisaje que acompaña el tránsito, que más bien viaja con la voz que habla: un paisaje que jadea cansado como el obrero; nubes, pájaros, estrellas, aguas abren rutas nuevas y dan señales de destino, como el trabajador que suda rompiendo piedras para hacer túneles o poner vías, rieles. Los elementos naturales también sufren el deterioro y el paso del tiempo. “La escritura es el lento camino hacia las propias cosas” cito a Clarice Lispector para rodear esa búsqueda honda y de doble vuelta: ir hacia lo profundo de uno mismo, para dar con los otros, con los que logramos compartir el caudal, los rieles de este viaje en una de las posibilidades del espacio / territorio nacional. La plaquette Longitudinal Sur ha sido editada por Casa de Barro Ediciones, un gran aporte a nuestro sur, está asentada en Ancud y desde aquí está haciendo libros para conversar con la literatura de otras latitudes, también. EL INSULAR | MIÉRCOLES 19 DE NOVIEMBRE DE 2025 9 Longitudinal Norte . Desde la memoria sur, Italo Berríos El Guardián del Mito Rosabetty Muñoz Boco Nunca llegué al fondo de la piscina el miedo me impedía posar los pies en la losa azul sólo flotaba mi pequeño cuerpo pedazo de naufragio vivo deseando clavarme allí abajo como los demás niños pero no pude jamás pude cuánto tiempo ha pasado, he vivido cómo quisiera otra vez despertar en aquella piscina azul llegar al fondo y permanecer acurrucado con los ojos abiertos y antes de desfallecer apenas antes de la morada luz salir lentamente como un pez blanquecino perfumado de cloro y sonreír.

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